Cada cuatro años, las pasiones mundialistas vuelven a aparecer y con ellas todo el folklore que rodea a este evento internacional: papelitos, camisetas, canciones, sorteos y por supuesto las infaltables mascotas.
En esta nota te contamos brevemente el origen de estos personajes, te mostramos algunos ejemplos y te damos tips para que vos y tu equipo armen la mejor mascota frutal.
La tradición de las mascotas mundialistas comenzó en 1966. Desde ese entonces, esos simpáticos personajes se convirtieron en una parte fundamental de los mundiales.
¿Qué características tienen? Las mascotas, por lo general, representan las costumbres y la idiosincrasia de los países sedes. La organización toma como referencia animales, personajes o elementos que representan la cultura de ese país y además le agregan algunas características divertidas. Acá van algunos ejemplos:
Willie fue la primera mascota de la copa mundial de fútbol. Un león que, según sus creadores, representaba a la realeza, la fuerza y la valentía de los futbolistas. Vestía una camiseta con los colores de la bandera de Gran Bretaña y tenía una gran melena, similar al estilo que en ese entonces habían puesto de moda Los Beatles.
En 1974, el mundial se llevó a cabo en Alemania y el país diseñó una mascota con dos niños: TIP TAP. Dos futbolistas que vestían una misma camiseta, pero que tenían entre sí claras diferencias físicas. ¿Por qué? El objetivo de la organización fue mostrar en dichas mascotas la unión entre Alemania Oriental y Occidental.
Cuatro años después, (y acá nos ponemos de pie) llegó Gauchito, la mascota del mundial 1978 que se hizo en Argentina. Este personaje se caracterizaba por ser un niño alegre con una vestimenta muy particular: camiseta albiceleste, una gorra que decía ‘Argentina ‘78’, un pañuelo amarillo y un rebenque. Estos elementos convertían a la mascota argentina en un fiel representante de nuestra cultura gauchesca.
En 1982 la copa del mundo se realizó en España y el país decidió crear una mascota (¡ojo acá!) que rompió con el esquema de las “mascotas humanas” que se venían haciendo hasta el momento. Su representante fue Naranjito, un personaje con forma de dicha fruta que representaba a la producción de Anadalucía. El mismo vestía el equipo de la selección española y siempre tenía una pelota bajo el brazo. ¿Les dispara algunas ideas?
Pero las mascotas mundialistas no siempre fueron exitosas, divertidas y amadas por el público. El ejemplo de esto fue Ciao (Hola o adiós en italiano), la mascota de Italia 1990. Fue un personaje original y disruptivo para el momento: una figura hecha de cubos con los colores de su bandera y sin un rostro definido.
El personaje estaba inspirado en una figura humana jugando al futbol y tenía en lugar de cabeza, una pelota. Hasta el día de hoy, muchos la consideran la peor mascota de los mundiales. ¿Por qué? porque ningunas de sus características representaba aspectos de la cultura italiana y su diseño era poco atractivo. ¡Fue un NO definitivo!
En 2010, Sudáfrica continuó la tradición de animales mundialeros y se lució con una mascota colorida y divertida: el leopardo, Zakumi. El nombre estaba formado por la sílaba ‘ZA’, las siglas de Sudáfrica, y la palabra ‘kumi’, que significa ’10’ en varios idiomas africanos.
La misma lógica siguió Brasil en 2014 cuando creó a Fuleco, un armadillo de colores brillantes que fue bautizado por los usuarios de la FIFA. Su nombre pretendía dar un significado más social, pues era la mezcla entre ‘fútbol’ y ‘ecología’.
Además, su caparazón pretendía defender la naturaleza de ese país y los tonos azules daban el significado de la belleza del agua en el territorio brasileño.
Después de haber recorrido algunas de las mascotas mundialistas, llegamos a Qatar 2022. Este país será por primera vez en la historia sede de la copa del mundo y las tradiciones de su cultura fueron impresas en La’eeb, una simpática mascota que representa a un kufiyya (pañuelo tradicional de Medio Oriente y Arabia). Además, su nombre en árabe significa “jugador súper hábil”.
Tomando todos ejemplos, te pedimos que crees junto a tus alumnos un personaje inanimado y elaborado principalmente con frutas frescas. Tiene que tener un nombre y características propias, como en los casos recién mencionados. ¡Piensen en el significado y el porqué de su mascota!
Además, podrán utilizarse otros elementos (cartón, papel, madera, etc.) para complementar el armado de la pieza.
¡Manos a la obra!
