Al despertarse después de un largo sueño, es fundamental reponer energía a través de los alimentos para comenzar con fuerzas el nuevo día.
Este momento es importante para todas las personas, pero es primordial en los niños y niñas, quienes desde las primeras horas de la mañana deben estar alertas y en condiciones de responder a las demandas intelectuales y físicas de la actividad escolar.
Es importante saber seleccionar los alimentos adecuados que aporten los nutrientes necesarios. Los grupos de alimentos que deben estar siempre presentes en un buen desayuno son:
Grupo de lácteos (leche, yogur, quesos y postres lácteos)
Deben estar presentes en todo desayuno porque aportan el calcio necesario para el desarrollo de la masa ósea y proteínas de calidad. Si existen problemas de sobrepeso se pueden reemplazar los lácteos enteros por descremados.
Grupo de cereales
Aportan los hidratos de carbono necesarios que se utilizan como fuente de energía. Entre los cereales se deben seleccionar aquellos con menor proporción de grasas como el pan, los copos de cereal, galletas de salvado; y con menor frecuencia elegir facturas, criollos, galletas dulces o saladas ya que son ricas en grasa.
Grupo de frutas
Estos alimentos son fuente de vitaminas y contienen una pulpa rica en fibras. Se pueden consumir enteras, ralladas o picadas. Junto con el yogur, en licuados o en jugos exprimidos.
A continuación compartimos algunas ideas de desayunos saludables para ofrecer a nuestros niños:
Recomendaciones para incentivar el desayuno en los niños:
- Evitar las cenas copiosas: si un niño come mucho de noche, no querrá tomar su desayuno en la mañana.
- Formar un hábito: enseñarles a los niños sobre la importancia del desayuno y llevar a cabo esta acción todas las mañanas.
- Convertir el desayuno en un momento divertido: preparar recetas innovadoras y platos con formas o colores llamativos harán del desayuno un momento especial.
- Reunir a la familia: Compartir con los niños este importante momento del día no solo contribuirá a su salud y su bienestar físico sino también psíquico.
